Lecturas para ir a dormir

Un buen hábito de sueño nos asegura empezar bien el día. Dormir significa salud: las células del cuerpo se regeneran, el sistema inmunitario se fortalece, la memoria se consolida… Los niños que duermen bien tienen menos problemas de comportamiento e irritabilidad, además de concentrarse y rendir mejor en su labor escolar, entre otros muchos beneficios para su salud física y mental.

Según la edad, necesitan determinadas horas de sueño para su bienestar. En niños de 1 a 2 años, se recomiendan entre 11 y 14 horas de sueños al día, siesta incluida; de 3 a 5 años, entre 10 y 13 horas, y de 6 a 12 años, entre 9 y 12 horas diarias. No es extraño que los más peques de casa remoloneen para retrasar el momento de irse a la cama. Y es que el hábito de dormir, especialmente dormir bien, es también un aprendizaje que debemos inculcarles.

 

8 Pautas para un buen hábito de sueño

  • Dar ejemplo: como en otros aspectos de lo cotidiano, los padres debemos dar ejemplo y valorar las horas de sueño. Por ejemplo, nada de quedarse toda la noche trabajando o aprovechar la madrugada para estudiar. Si mostramos a nuestros niños y niñas que dormir las horas adecuadas es importante para nosotros, crecerán con esa prioridad.
  • Días enérgicos: conviene que sean activos durante el día con tareas que disfruten, juegos y paseos al aire libre.
  • Mantener una rutina: tan importante es acostarse cada día a la misma hora, como seguir la misma rutina hasta llegar a la cama. Si permitimos que los horarios varíen, no conseguiremos que se vayan a dormir cuando digamos. Del mismo modo, resultará más fácil si realizan las mismas tareas como preludio al sueño, por ejemplo, baño, cena, un rato relajado, cepillarse los dientes y un cuento para dormir.
  • Cuidar lo que comen: se recomienda evitar las cenas pesadas, la toma de mucho líquido o el chocolate durante las últimas horas del día para que concilien mejor el sueño.
  • ¡Fuera pantallas!: televisión, ordenador, tableta, móvil…, cualquiera de ellos debe apagarse al menos una hora antes de ir a dormir.
  • Relax: conviene pasar un rato tranquilo con ellos como paso previo al sueño, evitando juegos o distracciones que los altere.
  • Procurar un ambiente sereno: regular la iluminación con poca luz y tonos cálidos, neutralizar ruidos, mantener una temperatura agradable, tener a mano su muñeco favorito…
  • Un cuento para soñar: por varios motivos, leer un cuento antes de dormir es una de las mejores formas de acabar el día. Se consigue un momento de calma e intimidad necesario, se establecen vínculos afectivos y de seguridad, favorece la creatividad, el desarrollo cognitivo y el aprendizaje. Además, estás fomentando su amor por los libros lo que, sin duda, será positivo para su futuro.

Lecturas para dormir bien

A la hora de escoger un cuento, ten en cuenta la edad recomendada y los gustos del oyente. A continuación, encontrarás un montón de propuestas para vuestras noches de cuento:

Para los que no quieren ir a dormir

Para curiosos nocturnos

Cuentos de siempre